Vine a Tailandia en viaje de negocios y conocí a un integrante de la Familia. Me quedé asombrado al ver, sentir y experimentar que sus discípulos viven y difunden el mensaje de Dios en su sentido más auténtico. He leído algunos de los libros del padre David, y cuanto más leo, más me acerco a Dios.
Los integrantes de la Familia no son cristianos solo los domingos ni cuando toda marcha de maravilla. He leído la Biblia muchas veces, además de ir a la iglesia los domingos con algunos amigos para oír misa y rezar, pero me di cuenta de que lo que ustedes tienen trasciende todo eso. Además, en El Trapeador, Fuerzas para cada día, Ríos de la montaña y Conéctate, obtuve muchas respuestas a mis interrogantes.
Como persona religiosa que soy, pensaba en lo que podía hacer por Dios. Hasta pensé en hacerme monje, pero no creía que fuera mi vocación. La Familia Internacional me ha ayudado a descubrir cómo servir a Dios en mi propia vida y a interiorizarme más de los caminos del Señor.
