Inicio  »   Fundamentos de la fe  »   La Biblia  »   Liberación del temor

Liberación del temor

Liberación del temor

Samuel Keating

Dios es nuestro mejor amparo contra el temor y contra todo lo que nos causa miedo.

  • Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar.—Salmo 46:1,2
  • Por cuanto en Mí ha puesto su amor, Yo también lo libraré; le pondré en alto, por cuanto ha conocido Mi nombre. Me invocará, y Yo le responderé; con él estaré Yo en la angustia; lo libraré y le glorificaré.—Salmo 91:14,15
  • Torre fuerte es el nombre del Señor; a Él correrá el justo, y será levantado.—Proverbios 18:10
  • Yo el Señor soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: «No temas, Yo te ayudo».—Isaías 41:13
  • No temas […]. Cuando cruces las aguas, Yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.—Isaías 43:1,2 (NVI)

Dios cambia el temor en paz.

  • Vuelve ahora en amistad con Dios y tendrás paz.—Job 22:21 (RVR 95)
  • Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato.—Proverbios 3:24
  • No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.—Filipenses 4:6,7 (NVI)
  • No nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.—2 Timoteo 1:7

Con Dios a nuestro lado, no tenemos nada que temer.

  • El Señor es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?—Salmo 27:1
  • En el día que temo, yo en Ti confío. En Dios he confiado; no temeré; ¿qué puede hacerme el hombre?—Salmo 56:3,4
  • Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno, porque Tú estás a mi lado.—Salmo 23:4 (NVI)
  • Este es el Dios de mi salvación, en Él confío y nada temo.—Isaías 12:2 (N–C)

Para más artículos de la revista Conéctate, visita Conéctate.